PARTES DE MI CEREBRO

sábado, 13 de agosto de 2011

Pensamiento emocinal 1

EL APARCAMIENTO

A las 07:20 AM, Julián se dispuso a salir de su casa camino del trabajo.
Como cada día, el ascensor se desplazaba lenta hacia la planta baja del edificio, y en el mismo momento en que la brusca frenada y el crujir de los cables antiguos del la elevadora indicaban que debía abandonar el habitáculo, una chispa en su mente le hizo quedarse inmovil frente a la puerta metálica que le separaba del portal que daba acceso a la calle.

Una duda le obligó a quedarse ay parado, inerte, como si de un maniqui de una tienda de moda se tratase - ¿donde estacioné ayer el coche?- se pregunto a sí mismo.

Después de transcurrir un par de minutos, decidió apoyar su espalda en unas de las paredes de panel aglomerado que simulaban madera de nogal de su ascensor y comenzó a retroceder en el tiempo mentalmente, para así intentar recordar todo lo que sucedió el día anterior y localizar de este modo el lugar en el que se encontraba su vehículo.

Ayer pasé la tarde en el parque de la la plaza central con mi mujer y mi hijo.-se dijo.- Pasamos la tarde discutiendo porque me retrasé cuando fui a mi esposa a su oficina, en fin discutiendo por una gilipollez. Mientras, nuestro hijo Alfredo jugaba y saltaba en los columpios del parque, de vez en cuando venía hacia nosotros, con su pelo moreno, tan negro como las noches de verano en las que la luna se oculta tras las montaña, empapado en sudor y con una sonrisa en la boca, nos decía cualquier palabra que se había inventado y de nuevo se iba corriendo, como si el cansancio no hiciera estragos en él.- pensaba Julian mientras se le dibujaba una sonrisa en la cara.

Julián levantó su brazo izquierdo y subió un poco su americana azul para ver la hora.-07:23, ya no llegaré a tiempo a la reunión, - pensó en voz alta.- Aver que recuerde.- frunció el ceño mientras intentaba concentrarse y seguir pensando donde estaba el automovil.- Después del parque fuimos a casa directamente, aunque Alfredo se habia empeñando en que le compraremos un helado, pero debido al enfado absurdo que teniamos Pamela y yo, no le hacimos ni caso.- se lamentó por ese hecho con gestos de contrariedad.-

La cara se le iluminó de repente,.- !Ya lo tengo!- exclamo en su pensamiento..- justo en el bar de la esquina Alfredo comenzó a gritar, -Papi!, Papi! ¡aquí hay un aparcamiento!, !Bien papi lo he encontrado yo!, a lo que yo le respondí.- muy bien mi vida muchas gracias mi amor,

Alfredo al bajar del coche, fue corriendo hacia su padre y le pidió que le cojera en brazos, y Julián accedió, Alfredo le abrazó y le dijo a su padre.- Papi, como yo he encontrado el aparcamiento, ahora me tienes que regalar un heladito ¿no?,- Julián todavía molesto con Pamela, una rubia exuberante de origen noruego de la que se enamoró en el ultimo curso de la universidad y acabo casándose con ella tras cuatro años de noviazgo, le dijo a su hijo que no le compraba el helado porque era muy tarde, a lo que respondió su pequeño y cariñoso hijo.- No pasa nada Papá, me da igual que no me compres el helado, te perdono, ¿sabes por que?, porqué te quiero mucho papi.- Alfredo abrazó a su padre y este que aún molesto con su esposa no prestó atención a las palabras de su hijo.

Como si una lanza le estuviera atravesando el corazón, se sintió Julián al recordar las palabras de amor de su hijo.- ¡joder!- exclamó- mi hijo me adora, me ama, soy como un superheroe para él, y yo, yo se lo pago de este modo, con ignorancia, por culpa de un absurdo enfado no he disfrutado de la felicidad de mi hijo, mientras jugaba en el parque. No le compre un misero helado, no le devolví el te quiero que me regaló, y que tenga que darme cuenta en este puto ascensor, pensando donde coño está aparcado el coche no es lo peor, lo peor es que mi pequeño fue el que encontró el aparcamiento y yo encerrado en mi cabezonería no lo he recordado, aveces siento que soy un mal padre.

Abrió la puerta del ascensor de una patada que en el silencio de la mañana sonó como una explosión nuclear, y anduvo hasta su vehículo pensando en hacer varios cambios en su vida, el primero sería demostrarle a su hijo que lo quiere con toda su alma, y el otro cambio sería comprarse una plaza de garaje.